miércoles, 9 de enero de 2013

Reminiscencias

No es poesía

Aún caminas, tomada de mi falda...pasos cortos, apresurados, pequeñas manos apuntando a las alturas, ojos curiosos, labios silenciosos...te reconozco cruel en tu inocencia.
Expresión de miedo en tu piel que mutaba en alegría y despreocupación, inmortalidad mágica que solo se esfumaba con la conciencia del palpitar materno.
Ayer ahí estabas, escribiendo como ahora, creando sueños, orbitando a la realidad, flotando sobre la felicidad de la ignorancia de lo efímero o la sabiduría de el no tener afán. Tan pronto, tan pronto llegaste hasta acá...que lugar atravesaste ofrendando tu pureza.
Aún estas aquí, tomada de mi falda, influyendo en cada cosa con lo que entonces te tocó vivir, hablándome al oído, aún buscando lo que nunca encontrarás. Continuemos hasta que la luz se apague y entienda entonces que siempre haz sido tu, mi infancia



Imagen: Marcelo Eduardo Mendez Endara